La cerámica lleva con nosotros miles de años: desde que los primeros humanos empezaron a moldear barro con las manos hasta que empezaros a convertirlo en vasijas para guardar comida, ya que, sin duda, este material ha evolucionado sin parar. De hecho, hoy en día la cerámica ya no se limita al uso práctico, ya que ha conquistado el mundo de la decoración y se ha vuelto esencial en hogares, comercios y espacios públicos. Lo que antes era utilitario, ahora es arte, diseño y estilo.
¿Te has parado a pensar en cuánta cerámica te rodea en tu día a día? Vamos a conocerlo.
La cerámica, ese material que nunca pasa de moda.
Lo primero que hay que tener claro es que la cerámica no es un simple capricho decorativo: es resistente, duradera, versátil y, además, hermosa ¡Y eso no es todo!
- Está preparada para aguantar el paso del tiempo y las modas.
- Puede soportar temperaturas extremas, la humedad y hasta el trote diario de una casa con gatos, niños o lo que se le ponga por delante.
Pero más allá de lo práctico, la cerámica tiene alma. Su textura, su brillo o su acabado mate, los colores infinitos que puede adoptar, sus relieves… todo en ella habla de personalidad. Puedes tener un jarrón de cerámica liso y minimalista que le dé un toque elegante al salón, o una vajilla llena de color que convierta cualquier comida en una mini fiesta visual.
Estilos decorativos donde la cerámica brilla con luz propia.
Como verás, la cerámica es un material capaz de encajar en todo tipo de estilos, y eso es parte de su encanto; sea cual sea el ambiente que quieras crear, hay una pieza cerámica que lo complementa perfectamente:
- Mediterráneo.
Azules intensos, blancos rotundos y toques terrosos. En este estilo, la cerámica tiene un papel protagonista. Hablamos de platos decorativos colgados en la pared, jarrones altos con ramas de olivo, o fuentes artesanales en el patio. Todo respira ese aire relajado y luminoso que recuerda al mar.
- Bohemio.
En el estilo bohemio, la cosa está en mezclar texturas y colores sin miedo, y en este contexto la cerámica encaja como un guante en este caos ordenado. Puedes jugar con piezas artesanales, platos decorativos, macetas con formas irregulares, e incluso esculturas o tótems de cerámica que aportan carácter a cualquier rincón.
- Minimalismo japonés.
Si lo tuyo es la calma visual, la cerámica también tiene un hueco: puede presentarse en este estilo a través de líneas limpias, colores neutros y acabados imperfectos, y además es perfecto para tazas, bandejas, porta velas, etc.
- Rústico.
No puede faltar la cerámica vidriada, con ese aire nostálgico que recuerda a las casas de campo. Aquí brillan especialmente los lavabos de cerámica pintados a mano, los botes de cocina y las lámparas cerámicas con pantallas de lino.
Baldosas cerámicas, mucho más que suelo y pared.
Llegamos al punto fuerte: las baldosas cerámicas. ¡Pocas cosas hay más flexibles a la hora de decorar! Han dejado de ser un simple recubrimiento para convertirse en una herramienta creativa, y por esa misma razón no es raro ver hoy en día paredes decoradas con baldosas tipo mosaico, duchas con patrones geométricos o cocinas que combinan distintos diseños en la misma estancia.
No es de extrañar que Miguel y Cristina, de Cerámica a Mano Alzada, comenten que sin duda una de las tendencias que más está creciendo en España es el uso de baldosas cerámicas en lugares inesperados: zonas de lectura, cabeceros de cama o incluso muebles recubiertos de baldosa, ya que su resistencia y fácil limpieza las hacen perfectas; pero sin duda, es el factor estético lo que ha provocado esta fiebre.
Pequeños detalles cerámicos que marcan la diferencia.
La decoración no siempre necesita grandes reformas. A veces, con pequeños toques puedes transformar un ambiente sin complicarte, y es ahí, donde la cerámica vuelve a brillar.
- Macetas con encanto.
Cambiar las macetas de plástico por cerámica cambia por completo la presencia de tus plantas. Puedes combinarlas por colores, jugar con los tamaños, o usar macetas colgantes de cerámica en la terraza.
- Vajilla bonita.
No hace falta tener invitados para sacar la vajilla bonita. Comer en un plato de cerámica hecho a mano, con sus imperfecciones, es casi terapéutico. Le da valor a lo cotidiano.
- Porta velas y quemadores de incienso.
Pequeños, decorativos y funcionales. Si son de cerámica, resisten el calor y quedan genial en cualquier estantería.
- Percheros y tiradores de cerámica.
Son detalles que muchas veces pasamos por alto, pero que cambian por completo un mueble o una pared. Hay diseños antiguos, modernos, coloridos… todo un universo por descubrir.
- Espejos y marcos decorados con cerámica.
El típico espejo del recibidor puede convertirse en una joya si le añades un marco cerámico con mosaicos. Artesanal, original y único.
Cerámica artesanal vs cerámica industrial: ¿Cuál elegir?
Puede que, como decorador o amante de la decoración, te hagas esta pregunta, pero la respuesta es sencilla: Depende. Por un lado, la cerámica artesanal tiene ese punto emocional. Cada pieza es única, hecha a mano, con sus pequeñas imperfecciones que le dan vida; comprar una pieza de cerámica artesanal es apoyar al arte local, a los oficios de toda la vida. Además, suele contar una historia, ya sea por el proceso, el esmalte usado o el origen del diseño.
Por otro lado, la cerámica industrial ofrece opciones más económicas, uniformes y fáciles de encontrar, y además, es ideal si necesitas muchas unidades iguales o buscas algo más práctico para reformas grandes, como suelos o cocinas.
De modo que ambas tienen su lugar en la decoración. De hecho, combinarlas puede ser lo más inteligente: baldosas industriales para una base resistente y práctica, y piezas artesanales para darle personalidad.
¿Cómo combina la cerámica con los exteriores?
No nos olvidemos de que la cerámica también es una opción perfecta para exteriores, ya que no solo es bonita, sino que también aguanta la lluvia, el sol, las heladas… y sin estropearse. Las baldosas cerámicas antideslizantes son una opción top para terrazas y patios. También puedes usar piezas grandes como pasos entre plantas o para marcar zonas diferenciadas (zona de estar, zona de macetas, etc.).
En balcones pequeños, una simple mesa de cerámica con mosaico puede darle el punto alegre y acogedor que le falta. Y si tienes un jardín más amplio, las fuentes de cerámica o los bancos con azulejos decorativos son una fantasía que puedes hacer realidad.
¡La cerámica lo tiene todo!
¿Eres más de tonos neutros o te va la marcha con los colores vivos? ¿Prefieres acabados mates y naturales o el brillo del esmalte? Sea como sea, la cerámica tiene una gama infinita que se adapta a cualquier estilo.
Los tonos tierra (beige, terracota, gris cálido) están súper de moda por su capacidad para crear ambientes relajados. Los azules y verdes, por otro lado, son frescos y revitalizantes. Y luego están los colores joya (esmeralda, zafiro, granate), que le dan un aire sofisticado a cualquier espacio.
En cuanto a los acabados, los mates aportan calidez y naturalidad, mientras que los brillantes reflejan la luz y hacen que las estancias parezcan más grandes. Si combinas ambos dentro de la misma paleta de color, puedes crear efectos visuales muy interesantes.
Sostenibilidad, otro punto a favor.
¿Sabías que la cerámica es uno de los materiales más sostenibles que existen para decorar? Se fabrica a partir de materias primas naturales como arcilla, agua y minerales. No emite sustancias tóxicas, es reciclable, y además tiene una vida útil muy larga.
De hecho, muchas marcas están apostando por procesos de producción más responsables, usando hornos de bajo consumo o recuperando piezas defectuosas para crear nuevos diseños. Así que, si te preocupa el impacto ambiental de lo que compras, la cerámica es una apuesta segura.
Ideas que pueden inspirarte.
Te dejo algunas ideas que puedes poner en práctica sin necesidad de grandes reformas:
- Crea una composición de platos cerámicos en la pared del comedor y combina distintos tamaños y diseños.
- Usa una bandeja cerámica como base para colocar velas y jarroncitos sobre la mesa de centro.
- Enmarca un espejo antiguo con azulejos tipo hidráulico para darle un aire mediterráneo.
- Coloca una fila de baldosas cerámicas decorativas a modo de zócalo en el pasillo o detrás del cabecero.
- Recicla una lámpara antigua forrándola con fragmentos de cerámica.
Así es: la cerámica es muchas cosas a la vez, es funcional y estética, moderna y tradicional, sencilla y sofisticada, y sin duda tiene esa capacidad mágica de adaptarse a cualquier espacio y aportar algo especial, algo que no se ve, pero se siente. Puede transformar una casa vacía en un hogar acogedor, darle alma a una cafetería o hacer que una cocina corriente se vuelva única.
Y es que decorar con cerámica es, en el fondo, una forma de conectar con algo que va más allá de la moda. Es volver a lo auténtico, a lo artesanal, a lo hecho con mimo. Da igual si usas piezas sencillas o composiciones elaboradas. Lo importante es que cada elección refleje tu estilo y lo que quieres transmitir con tu espacio.