El momento adecuado para cambiar o reparar el tejado de una vivienda es una decisión clave que puede influir en la durabilidad del techo, la efectividad de la reparación y, por supuesto, en el coste del proceso. Si bien no existe una única época del año que sea la «mejor» para realizar estos trabajos, hay ciertos factores climáticos y prácticos que hacen que algunas estaciones sean más idóneas que otras.
En general, la mejor época para reparar o cambiar el tejado de una vivienda es durante los meses más cálidos del año, especialmente en primavera y otoño. Estas estaciones tienen condiciones climáticas más suaves, lo que permite realizar los trabajos de manera eficiente y segura. En primavera, por ejemplo, las temperaturas suelen ser agradables, sin ser excesivamente calurosas, lo que facilita tanto el trabajo de los operarios como el proceso de instalación de nuevos materiales. El clima templado y seco de la primavera ofrece condiciones ideales para que los materiales de construcción, como las tejas o el aislamiento, se adhieran correctamente y se curen adecuadamente.
En cuanto al otoño, esta estación también es muy conveniente para trabajos de reparación o reemplazo del tejado. Las temperaturas moderadas y la menor probabilidad de lluvias convierten al otoño en un período ideal para llevar a cabo trabajos de este tipo sin los riesgos asociados a condiciones climáticas extremas. Además, muchas personas tienden a aprovechar el otoño para realizar mejoras en el hogar antes de la llegada del invierno, por lo que este puede ser el momento perfecto para evitar que cualquier daño en el tejado empeore durante la temporada de frío.
Durante el invierno, los trabajos en los tejados pueden volverse problemáticos debido a las bajas temperaturas y la posibilidad de lluvia, nieve o hielo. Las condiciones climáticas frías pueden hacer que algunos materiales no se adhieran correctamente, lo que puede comprometer la calidad de la reparación o instalación. Además, las nevadas o las lluvias intensas pueden dificultar el trabajo, retrasando los plazos o incluso poniendo en riesgo la seguridad de los trabajadores. Por esta razón, aunque las reparaciones urgentes pueden realizarse en invierno, lo ideal es evitar realizar cambios o reparaciones mayores durante esta época.
El verano, aunque en muchos lugares es una estación cálida y sin lluvias, presenta ciertos desafíos. Las altas temperaturas pueden hacer que los materiales como el asfalto o el cemento se calienten demasiado, lo que dificulta su manipulación o aplicación. También, los trabajos al sol pueden ser más incómodos y peligrosos para los trabajadores, especialmente si las temperaturas son extremas. Además, durante los meses de verano, los contratistas pueden estar más ocupados debido a la alta demanda de trabajos de reparación en general, lo que puede hacer que los costes aumenten o que los plazos se alarguen. Aunque no es una época tan desaconsejada como el invierno, el verano puede no ser la mejor opción si se busca eficiencia y costes más bajos.
Otro aspecto importante por considerar es la condición del tejado antes de la reparación. En este sentido, los trabajadores de Cubiertas Estévez nos explican que, si el tejado ya está mostrando signos de daño, como goteras o filtraciones de agua, lo más recomendable es hacer las reparaciones lo antes posible, independientemente de la temporada. Si bien la primavera y el otoño son ideales para trabajos planificados, las reparaciones urgentes deben priorizarse para evitar que los daños empeoren y afecten otras partes de la vivienda, como las paredes o los muebles. En estos casos, es importante contar con un profesional que pueda evaluar el daño y llevar a cabo una solución rápida y eficaz, independientemente de las condiciones climáticas.
Además de las estaciones del año, es importante tener en cuenta factores como la ubicación geográfica. En áreas con climas muy extremos, como zonas donde los inviernos son extremadamente fríos o los veranos muy calurosos, la planificación de la reparación o el reemplazo del tejado puede requerir ajustes específicos. Los profesionales locales podrán ofrecerte la mejor recomendación basada en el clima y las condiciones de tu región.
¿Cuánto cuesta cambiar un tejado por metro cuadrado?
El precio de cambiar un tejado por metro cuadrado varía dependiendo de múltiples factores, sin embargo, para daros una idea general, los precios oscilan entre 30 y 100 euros por metro cuadrado, y en algunos casos pueden ser más altos, dependiendo de las especificaciones y materiales elegidos. En este sentido, algunos de los rangos de precios aproximados para los materiales más habituales pasan por:
- Tejas asfálticas: son una de las opciones más económicas y ampliamente utilizadas. El coste por metro cuadrado de un tejado de este tipo puede variar entre 20 y 40 euros, dependiendo de la calidad y el tipo de teja (por ejemplo, las tejas laminadas o de mayor durabilidad pueden ser más caras).
- Tejas de cerámica: son una opción popular por su durabilidad y estética. El precio de las tejas cerámicas puede variar entre 35 y 70 euros por metro cuadrado, dependiendo de la calidad, el estilo y el fabricante.
- Pizarra: es una opción más cara y de mayor calidad, que ofrece un aspecto clásico y elegante. El coste de reemplazar un tejado con pizarra puede variar entre 60 y 100 euros por metro cuadrado, dependiendo de la calidad de la pizarra y el tipo de instalación.
- Techos metálicos o de acero: son duraderos y resistentes, y su precio por metro cuadrado puede variar entre 35 y 80 euros, dependiendo del tipo de metal (acero, aluminio, cobre, etc.) y el acabado (por ejemplo, paneles ondulados o tejas metálicas).
- Techos de panel sándwich: estos techos, que ofrecen aislamiento térmico y acústico, pueden costar entre 40 y 80 euros por metro cuadrado, dependiendo del grosor del panel y la calidad del aislamiento.